Hoy no puedo, por mis venas solo circula algo dulce, aunque si me cortara, solo vería lágrimas de cristal, rompiéndose nada más salir.

No lo entiendo, ¿qué debería pensar?, ¿quién coño me echa el mal de ojo?, me gustaría tenerlo aquí y hacerle pagar ojo por corazón roto.

La soledad me hinunda, no son lágrimas, son chorros de sollozos naciendo de mi alma.

Mi corazón ayer explotaba por expresarse, hoy se expresa y explota por no saber hacerlo.

Mis dedos van al vals de mis ánimos: escriben esperanza para borrar y quedarse con "na".

Hoy no soy capaz de escribir, prefiero llorar, y que sean ellas las que escriban que se acabó eso de soñar.

Los sueños, sueños son, y las ganas comienzan a flaquear. Hoy puse empeño en lo que veía por delante, y hasta se ha empañado el cristal de atrás.

No encuentro ni el principio ni el final de esta locura. Prefiero soledad sin cura, fluyendo por mi piel, como el café sobre los posos de un vaso de cristal.

Hoy estoy cansado, cansado de recordar, de soñar, de mirar, de creer, de sentir, de abrir los ojos, de cerrarlos... voy a dormir, y no acordarme de nada. Solo despertarme, y poder levantarme de la cama. Solo, sin tiempo, si quiero, sin tiento, sin aliento... y coger esta mía vida triste y convertirla en algo nuevo.


En serio, a tomar por culo.
-"Sole", creo que mi bautizo fue nuestro matrimonio. Y estoy hasta los cojones de buscar un puto abogado que nos arregle los papeles, porque tú nunca vas a firmar el divorcio. Solo me quieres solo.