Lineas de colores... se cruzan, se encuentran, y se abrazan. Otras no se cortan y aun así se besan. Algunas son cortas y simples, pero su sutileza las hace perfectas. Rojas, amarillas, naranjas, y ni sobran, ni faltan. Son las líneas exactas, los colores el exactos, el momento perfecto.

Todo, se puede reducir a lo más simple, y descomponerse en tan solo tres colores, en puntos y en líneas. Pero contigo, no se puede hacer eso.

No podría quedarme con tus ojos, aunque me sienta en el cielo cuando los veo.
No podría quedarme con tu boca, aunque desee comérmela con los ojos cerrados, para solo sentir, tu tacto, tu gusto, y tu voz en mis labios.
No podría quedarme con tu pelo, aunque me enrede con su forma y atrape cada centímetro de mis manos, encantadas.
No podría quedarme con tu piel, aunque sea un cachito de pan, pero no como todos los demás cachitos de pan. Este es duro. Tanto como para partir nueces, y clavar clavos, pero cuando te atreves a pegarle un bocado... es lo más blando que hayas probado nunca, es suave, y es tremendamente adictivo. Normal, sabe a ella.

Es imposible quedarse con solo una cosa de ti.
Se deslizan, por mis ojos; algunas se encuentran, y charlan en mis oídos; otras se cortan, se paran, y me tocan; y otras, de tan sutiles, ni las oigo, ni las veo, pero las siento. Son las que te hacen única.

Eres algo más que muchas cosas juntas, y líneas.
Las líneas se ven, tus labios, tu pelo y tus ojos se ven. Y tú, eres todo lo que hay detrás, y eso, es imposible de describir. Es demasiado grande. Solo se puede sentir.