"La energía ni se crea ni se destruye: solo se transforma".
Joule

Y pensar que una vez fuimos lo que estamos destinados a ser, parte de un giro en un círculo vicioso infinito  Pero qué maravilloso es poder liberar la imaginación y ser parte de todo lo inimaginable.

Y pensar que una vez fuimos universo, creadores y propulsores de todo lo existente, impregnando de nuestra esencia cada parte del mundo y siendo parte de su naturaleza. Fuimos los primeros rayos de luz de las estrellas más jóvenes, y supernovas en las más viejas. Estuvimos en la cola de los meteoritos que arrasaron planetas y en los colores al amanecer con los que deslumbraban las auroras. 
Somos origen de la probabilidad del canto de una moneda, origen de males, y lo pagamos con nuestro propio planeta.

Pero qué maravilloso es poder elegir mientras somos cambio. Poder elegir el camino y que se impregne de mi el suelo por el que piso. Que cuando me vaya no sea yo menos que el mundo, hecho de trocitos de mi pasado y mi futuro. Y qué maravilloso es poder sentir que todo es familiar, al agua, el viento y hasta la música. Melodías sólidas, líquidas y de eterna sinfonía que te acarician hasta llegar al lugar donde una vez se separaron para poder ser. Contigo pasa lo mismo, hasta que nos encontramos. Yo creo en la vida, y creo en las palabras. Creo en eso que me haces sentir con tu mirada, y hace que se me erice hasta el alma.

Y pensar que una vez volveré a ser luz que alumbre el mundo en el que estuve, estoy y estaré. Y es motivo suficiente para sentirse eterno, que tú mires al cielo, me veas y recuerdes todo lo que fuimos, y todo de lo que formamos parte,
juntos.