"La tarea del arte es esa, transformar todo eso que nos ocurre continuamente, transformar todo eso en símbolos, transformarlo en música… transformarlo para que pueda perdurar en la memoria de los hombres, ese es nuestro deber, debemos cumplir con él, si no nos sentimos muy desdichados"
La tarea del arte - Jorge Luis Borges 

Qué difícil es convertirte en palabras, y qué fácil haces eso de grabar las tuyas en mi pecho.

Por eso creo que a veces nos confundimos de lienzo y de pincel, y no es más poeta el que escribe versos perfectos que el que te mira, se acerca y te suena el corazón con sus dedos. Que no hacen falta lápiz y papel, si no un paseo, un abrigo, y el placer de que no sea fácil encontrar tu tesoro escondido. Que no haya mapa, si no que sean tus labios los que me guíen entre indirectas y juegos de bocas entre mis palabras y las tuyas; y tus ojos sean los que me den pistas sobre dónde no pisar, y por dónde me puedo acercar cuando apartas la vista. Que la brújula sea un silencio y encontrar el camino consista en buscar el gesto que eche a reír a tu tímida sonrisa.

A veces nos confundimos y creemos que somos nosotros los que intentamos dibujar bajo otra piel. Luego te das cuenta de que alguien se ha dibujado en tu memoria, en tus recuerdos y en todos tus pensamientos, y se niega a dejarse borrar aunque quisieras hacerlo, que tampoco es cierto. Te das cuenta de que lo que intenta es ver todos los colores con los que te suena el corazón, buscar la nota que falta y usarla contra tu razón. Y por eso a veces no pienso lo que escribo, si no que cambio de color, te miro y espero a que tu sonrisa juegue conmigo.

Y mientras me calas poco a poco acabamos contando la misma historia durante un paseo, abrigándonos el uno con el otro y buscando todos los tesoros que nos dibujamos a escondidas por placer.