La suerte.
"La ley de Murphy no significa que vaya a pasar algo malo, sino que si algo puede pasar, pasará"
Cooper, Interstellar
Creo que la felicidad viene con la suerte. La traiga un gnomo que se ha escapado de una historia y se cruzó contigo, o un trébol que sintió la curiosidad de ver quién eras o qué harías y se dejó ver. Siempre es la misma y siempre viene para adornarnos la vida.
Es la que pone la piedra en el lugar correcto para hacerte caer, justo cuando habías conseguido mantenerte y dar algunos pasos hacia algún lugar, que quizás ni sabías. Es la misma que te pone retos, con los que conocerte, crecer con ellos y por ellos y demostrarte que tenemos muchas cosas que demostrar, algunas a ti de nuevo, y otras incluso a la propia suerte, creyéndote vencedor tras sortear tantísimas piedras.
Es la que te da miles de paisajes escondidos, y de tener el placer de tocar la tierra, de rasgar las nubes con los dedos y ver atardeceres y cielos repletos de estrellas. Es la que hizo que esa persona se fuese un día y no dentro de años, quitándole la suerte de verte y a ti de verla si no es mirando a esos cielos repletos de estrellas como ella.
Es la misma que decide hacerte conocer a alguien, que pudiendo no ser especial lo sea, que pudiendo ser antes sea ahora. Que sea el conjunto perfecto que pudiendo no serlo encaje con tu mala suerte y sea el que haga vibrar el resto de ti.
La suerte solo son esos adornos que surgen por la vida.
Pero eres tú quien rompe toda probabilidad y eliges.
Eliges vivir o no hacer nada.
Eliges salvar a la princesa o no hacer nada.
Eliges hacer algo, y comprobar con qué tipo de suerte te encontraste.
Quizás el gnomo fuese el villano de la historia, o quizás el trébol solo era parte del malévolo plan que es que las cosas no salgan como querías. Quizás fue el gnomo quien puso el trébol y salió a buscarte para que formases parte de la historia, porque sin ti la historia no tendría argumento. Y es así como vivimos, arriesgándonos, acercándonos para ver qué cara de la moneda está mirándonos desafiante y adentrándonos en otra página más en la que dejar constancia de nuestras elecciones y dejar nuestros pasos bien marcados entre líneas
Lo curioso es cuando no eliges encontrarte algo entre las páginas, pero pasa.
Te encuentras algo que se convierte en tu suerte, en trébol, en gnomo y en historias.
Entonces eliges conocerlo, y ese paso convierte lo que podía pasar en tu realidad.
Y descubres que se puede ser feliz mirando a la suerte a los ojos y ver de qué color son sus ojos.