Qué suerte tienes, catorce de febrero, de ser el elegido para llenar el mundo de personas felices y de "cariño, te quiero". De ser el día de las emociones, de las sorpresas y de los sueños... De repartir palabras que hagan que en la noche haya casi tantas estrellas en la tierra que en el cielo. Qué suerte tienes, que haces sentir mujer a las mujeres, y haces que reciban las palabras que siempre han sido suyas. Tú haces que el amor sea de un día, y no del simple segundo tras otro que suceden al mirarnos. Qué suerte tienes, que lucras a los que más tienen para llenar de rosas y de joyas las manos de las que más sueños tienen.

Ya hoy solo creo en la esperanza. En que mañana os sigan tratando como a princesas de un cuento, y que sus palabras os sigan convirtiendo en estrellas, dando color y sentido a todo esto. En que aparezcan en vuestros sueños y os ayuden a conquistarlo. Que os den las palabras que necesitais, las que no esperabais oir y esas palabras tan únicas que sólo se escuchan una vez. Que el amor siga siendo cosa de dos, no del tiempo. Que la riqueza esté en los labios, en los que perderos y encontraros mientras volveís a descubrir cada uno de vuestros defectos.

Qué suerte tienes, catorce de febrero, que tienes lo mejor y lo peor de la sociedad. Y aún con eso, te quiero. No por tí, sino por que hoy hay más sonrisas que siempre deberion estar ahí por derecho.

Y mientras, aún me pierdo en nuestras sonrisas después de un tiempo, y en nuestras sonrisas en el ocaso de un beso. Qué bonito es perderse, mientras nos persigan los pecados.