Viaje al por vivir
Escapa de la noción del tiempo y ponte a viajar. Búscale la explicación a tus gustos, a ese fanatismo por volar y ser libre; a tus emociones, que la música cobre vida en tus manos y baile a tu són; a esas imágenes que te parten el corazón y a ese deseo indomable de conseguir lo inexplicable.
Haz de la coincidencia un viaje en el tiempo. Quédate en esa época que te hace vibrar y te provoca entre susurros. Dale una oportunidad a esa ciudad que encuentras por equivocarte al girar. Duerme en la segunda casa a la derecha, de la séptima calle contándo por la izquierda. Coge un libro, no al azar, sino ese que sólo tú sabes encontrar. Ese libro que ha vivido, que siempre estuvo ahí contemplando el paso del tiempo del que estás escapando. Y busca, busca una pista que explique lo que está pasando, y sigue viajando.
Búsca la magia en los tiempos en que se le temía, y hazla tuya. Entiende porqué te llena de vida y haz que la historia narre tus aventuras. Salva a las brujas de la hoguera, durme para siempre a aquella princesa, y esparce por el mundo historias, murmullos y leyendas. Quién sabe, tal vez un día como hoy vuelvas y entiendas y repitas cada una de ellas. De eso trata el viajar.
Haz de los flechazos viejas historias de amor. Quédate en esa época en la que oigas un grito, cuando los príncipes salvaban a las princesas de un feroz dragón o cuando una niña cuidaba la herida de ese niño llorando tras haberse caído. Enamórate, llora y haz de las locuras un bonito juego diario al que jugar. Y vuelve, y hazle sentir de nuevo todas esas bonitas coincidencias que nunca podrá explicar.
Haz de tu vida un lugar encantado y mistorioso al que querer volver. Sé la historia que hay detrás de un recuerdo. sin adornos ni prisas. Que encuentren tu retrato en esa página en blanco, no en una ni en otra, sino en esa. Haz magia en un tiempo en el que solo existe la ilusión de que exista. Se la magia que unos buscan, y a esos otros que creen en ella, enséñales el secreto. Que la magia no se encuentra, sino que nace, del poder de uno mismo, de los sueños y de las sonrisas.
Es sólo eso, viaja y deja huella,
en los libros, que hables
en el camino, que acompañes
y en los corazones, que ardas.
Haz de la coincidencia un viaje en el tiempo. Quédate en esa época que te hace vibrar y te provoca entre susurros. Dale una oportunidad a esa ciudad que encuentras por equivocarte al girar. Duerme en la segunda casa a la derecha, de la séptima calle contándo por la izquierda. Coge un libro, no al azar, sino ese que sólo tú sabes encontrar. Ese libro que ha vivido, que siempre estuvo ahí contemplando el paso del tiempo del que estás escapando. Y busca, busca una pista que explique lo que está pasando, y sigue viajando.
Búsca la magia en los tiempos en que se le temía, y hazla tuya. Entiende porqué te llena de vida y haz que la historia narre tus aventuras. Salva a las brujas de la hoguera, durme para siempre a aquella princesa, y esparce por el mundo historias, murmullos y leyendas. Quién sabe, tal vez un día como hoy vuelvas y entiendas y repitas cada una de ellas. De eso trata el viajar.
Haz de los flechazos viejas historias de amor. Quédate en esa época en la que oigas un grito, cuando los príncipes salvaban a las princesas de un feroz dragón o cuando una niña cuidaba la herida de ese niño llorando tras haberse caído. Enamórate, llora y haz de las locuras un bonito juego diario al que jugar. Y vuelve, y hazle sentir de nuevo todas esas bonitas coincidencias que nunca podrá explicar.
Haz de tu vida un lugar encantado y mistorioso al que querer volver. Sé la historia que hay detrás de un recuerdo. sin adornos ni prisas. Que encuentren tu retrato en esa página en blanco, no en una ni en otra, sino en esa. Haz magia en un tiempo en el que solo existe la ilusión de que exista. Se la magia que unos buscan, y a esos otros que creen en ella, enséñales el secreto. Que la magia no se encuentra, sino que nace, del poder de uno mismo, de los sueños y de las sonrisas.
Es sólo eso, viaja y deja huella,
en los libros, que hables
en el camino, que acompañes
y en los corazones, que ardas.